Se obtiene destilando el aceite esencial de los pétalos de las rosas.
Calma, regenera, hidrata, tonifica, tiene poderes antiinflamatorios y antibacterianos... Estas y otras muchas son las propiedades de este producto, que puede encontrarse tal cual o estar presente en la formulación de numerosos cosméticos.
Equilibra la producción de sebo en el rostro ofreciendo una tez más limpia y menos brillante, debido a su propiedad antibacteriana limpia profundamente la piel eliminando células muertas y residuos de maquillaje.