Es rica en ácidos grasos muy beneficiosos, así como vitaminas, minerales y catequinas. Existe tanto en forma refinada como no refinada, y es la forma refinada la que se transforma en manteca de karité. Es un regenerador celular, con gran poder de hidratación y nutrición, mejora la elasticidad de la piel, la repara y la regenera gracias a su contenido en vitamina F. Además, es un excelente agente curativo y eficaz contra quemaduras y cicatrices debido a sus vitaminas A,D,E y F. Tiene propiedades antiinflamatorias.
Es un gran protector. La manteca de karité protege del sol y nos previene contra posibles quemaduras solares, ya que recubre la piel con una película invisible. Además, también nos protege contra el frío.